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viernes, 25 de diciembre de 2015

Bianca


Ella estaba viendo hacia el cielo esa noche, estaba pronunciando unas palabras que ahora no recuerda ya que se vio interrumpida por una mano que tomó su mentón y en seguida por un aliento que se unió con el suyo.


Después, alzó sus manos y tomó su propio cuello por la parte de atrás pero ahora con la mirada en el suelo, como para protegerse del aire y este se la llevara pues el sentimiento que estaba naciendo en su corazón la volvía vulnerable e incluso sentía que el viento podría llevarla lejos, lejos del amor que recién había encontrado pero que jamas había buscado.


Desde entonces cada que mira las estrellas repite la escena pero su cuerpo realiza la mímica ante unas manos y labios invisibles. Pero no deja de tomar su cuello con las manos y de ver después el piso.


El valor de los recuerdos de Bianca eran incomprensibles para los que la rodeaban, no conocían a la persona a la cual amaba, incluso dudaban de su existencia, solo una noche llego a casa con una mirada que solo el amor es capaz de provocar. Sus padres ante el extraño comportamiento de su hija le preguntaron quién era esa persona, a qué hombre se refería ella, pero no les respondía, tal pareciera que ella tampoco lo sabía. Cabe decir que solo sucedió una vez, en una noche Bianca conoció el amor con un beso.


En broma algunos de sus familiares y amigos se referían a su enamorado como el fantasma, ante eso Bianca se limitaba a mirar hacia su izquierda y después miraba el cielo, y dependiendo, si era día, agachaba su mirada y miraba a las personas a su alrededor; si era noche sonreía e inmediatamente salía corriendo a un lugar donde nadie pudiera verla y así repetir sus recuerdos. Los que estaban con ella solo quedaban mirándose los unos a los otros, a veces sonreían ante la inocencia que mostraba Bianca, en el amor expreso de una mujer con una mente de niña.


Nadie sabe lo que pasó ese día en que Bianca salió sola de su casa por la tarde, tomó su bicicleta y se aventuró por primera vez a salir sola. Sus padres no se habían dado cuenta. Llegaron a su hogar y descubrieron que su única hija no estaba, inmediatamente la angustia se apoderó de ellos y emprendieron una búsqueda frenética con amigos y vecinos.


Fue un vecino de ellos quien dijo que la había visto en la bicicleta e iba camino al bosque y ahí fue donde la búsqueda se concentró. La encontraron sola en un claro del bosque, estaba dormida y sin un rasguño,la bicicleta no estaba ahí y nunca la volvieron a encontrar. Bianca estaba profundamente dormida y no la despertaron hasta que sus padres llegaron al lugar. Vieron a su hija y la angustia que sentían se desvaneció al ver que Bianca sonreía mientras dormía.

La despertaron cariñosamente y la llevaron de vuelta a casa, por la noche no se dieron cuenta que la niña traía tras de su oreja una flor blanca y que se cayó cuando se levantó, una flor que no traía consigo. Una flor blanca y pura, como el amor de Bianca por quien la salvó esa noche, como la luz de las estrellas de todas las noches, el amor hacia alguien que ella muy bien sabía, solo vería esa vez en toda su vida.



*Muchísimas gracias a todos por sus visitas, no tengo palabras para agradecer su tiempo y dedicación por leer los relatos que escribo. Les deseo que tengan una feliz Navidad en compañía de las personas que más quieren.
Los quiere:

Eder Y. Mijail

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